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Book Review: Tiende Tu Cama

tiende tu cama

Autor del Libro: William H. McRaven

El autor es un marine SEAL retirado, que a través de sus experiencias de vida aprendió los principios para desarrollar la disciplina suficiente para lograr los cambios que quieres ver en tu vida.

Cada capítulo contiene una lección, mostrada a través de historias personales del autor que refleja cómo aprendió esa lección durante su experiencia militar y cómo la puso en práctica.

1. Si quieres cambiar al mundo, empieza por tender tu cama.

Tender tu cama todos los días, te permite demostrar tu disciplina, prestar atención a los detalles. Al final del día, será un recordatorio de que has hecho algo bien, una tarea de la que podías enorgullecerte, por pequeña que hubiera sido.

2. Encuentra a alguien que te ayude a remar.

Hay sueños en la vida que solo se logran trabajando en equipo. Por eso es importante que tengas a tu alrededor a personas:

    1. Que vean en ti un potencial que ni tú ni otros han visto
    2. Que te ayude a progresar
    3. Que tenga fe en tus capacidades
    4. Con quien puedas compartir tu vida

Y por igual, conviértete en esa persona para los demás.

3. Mide a las personas según el tamaño de su corazón.

El entrenamiento de los SEAL se basa en que no importa tu estatura, el color de tu piel, el dinero que poseas, sino la determinación y la tenacidad. Éstas dos son incluso más importantes que el talento. El autor aprendió a no juzgar a las personas por su apariencia, ya que confundió a una leyenda militar altamente condecorada con un civil simplemente por su constitución física.

4. La vida no siempre es justa.

Uno de los castigos del entrenamiento SEAL era saltar al oleaje del mar y revolcarse en la arena (hasta convertirse en una “galleta de azúcar”). Este ejercicio probaba la determinación y la paciencia, ya que el castigo era sin dudas retador y además, podía ser asignado sin fundamento, es decir sin haber roto ninguna regla, solo a capricho del instructor.

Por demás está decir que no parece justo.

Así también es la vida. Hay situaciones que no parecen justas y que sirven para probar nuestra determinación y paciencia.

Es fácil responsabilizar a otros o al destino por lo que nos pasa. O al lugar, tiempo y entorno en que nacimos o vivimos. Sin embargo, lo importante es cómo manejas tú lo que percibes como injusticias de la vida.

Personas como Hellen Keller (ciega), Stephen Hawking (paralizado) han logrado destacarse porque decidieron lidiar con las injusticias de la vida.

Habrá veces en las que por más que te esfuerces, sin importa lo bueno que seas, serás una galleta azucarada. No culpes a tu mala suerte. ¡Párate derecho, mira hacia el futuro y sigue adelante! Olvida que fuiste una galleta azucarada y sigue con tu vida.

5. El Fracaso puede fortalecerte.

Durante el entrenamiento SEAL, si llegas de último, pasas a formar parte de la lista del Circo. Es el equivalente a la “Lista de los fracasados”

Obviamente nadie quiere estar ahí. Estar en esta lista implicaba pasar 2 horas adicionales de entrenamiento intenso, donde terminabas agotado, por lo que sería más difícil pasar el entrenamiento rutinario al día siguiente, lo que podía convertirse en un círculo vicioso, pues volverías a caer en la lista del circo al día siguiente.

Lo que le pasó al autor fue algo diferente. Esas 2 horas adicionales de entrenamiento le capacitaron para hacer frente al entrenamiento rutinario, mejorando sus resultados.

Es decir, que el aparente “fracaso” lo ayudó a pasar el entrenamiento indispensable para graduarse como SEAL.

El aprendizaje es que tendrás que experimentar las consecuencias del fracaso, pero si permites que la experiencia te sirva de lección y te fortalezca, estarás en condiciones de enfrentarte a los retos más difíciles de la vida.

6. Arriésgate en grande.

En uno de los entrenamientos que trataba sobre deslizarse por la cuerda y llegar en el menor tiempo posible a la meta.

Nuestro autor tenía 2 formas de hacerlo. La más rápida, pero con cierto riesgo, y la menos rápida, pero más segura. En esta ocasión el autor escogió la más segura y en consecuencia llegó a la meta en un tiempo decepcionante para su instructor.

Aquí aprendió que a veces hay que arriesgarse para lograr nuestros objetivos, confiar en nuestras capacidades y asumir ciertos riesgos.

Esta lección la aplicó mas adelante en una operación de rescate de rehenes, donde actuaron con prontitud y asumieron ciertos riesgos, y como resultado todos salieron sanos y salvo.

7. Enfréntate a los bravucones.

En unos de los entrenamientos, el autor y su compañero se adentraron al mar profundo, donde habitan tiburones. El tiburón blanco era el más temido de ellos.

Sine embargo, ellos aceptaron el reto pues querían formar parte del equipo SEAL. Su meta, les infundía valor.

Si no tienes el valor de ir tras tu meta, otros podrán definir tu destino. Con valor puedes enfrentarte a los obstáculos y sobrepasarlos. Hay personas que se alimentan del miedo y la intimidación. Se fortalecen de quienes muestran falta de valor. Mantente firme. El valor está dentro de cada uno de nosotros. Búscalo y lo encontrarás en abundancia.

No te acobardes frente a los tiburones.

8. Colócate a la altura de las circunstancias

El peor entrenamiento para convertirse en SEAL es llamado “El equipo de la muerte”.

En este entrenamiento, si algo salía mal, podría provocar la muerte de los aprendices.

Se trataba de recorrer 2 kilómetros en nado subacuático sin ser detectado. Si perdías a tu compañero en la oscuridad, cabía la posibilidad que no poder encontrarlo.

Su instructor les dijo: “esta noche tendrán que ser la mejor versión de ustedes mismos… sin importar la oscuridad con que se topen, deben completar la misión. Esto es lo que les distingue de los demás”

En algún momento de nuestra vida nos enfrentaremos a momentos oscuros. En ese momento, busca en tu interior y conviértete en la mejor versión de ti.

9. Dales esperanza a las personas.

Uno de los entrenamientos será llamado “la semana del infierno”, Esto así porque en esa semana donde la mayoría de los aprendices decidían abandonar la academia.

Tras tres días de entrenamiento y 2 días que faltaban, el instructor les ofreció una alternativa. Si 5 de ellos se rendían, todos los demás no tendrían que realizar los entrenamientos restantes.

Uno de ellos empezó a caminar hacia la zona de rendición, sin embargo, otro comenzó a entonar una canción que los demás siguieron. El que estaba a punto de abandonar volvió a su lugar. La canción les había devuelto la fuerza.

Y así es como una sola persona puede generar esperanza a los demás, puede inspirar a aquellos que le rodean. Aún con el lodo al cuello, puede cantar. Si una persona puede aguantar, inspira a otros a hacer lo mismo.

10. Nunca Jamás te des por vencido.

El primer día del entrenamiento SEAL, el instructor, contra todo lo esperado, les estaba invitando a rendirse.

Su discurso iba en línea de “haré absolutamente lo que esté en mi poder para que se den por vencidos” “Habrá dolor, mucho dolor” “Si no les gusta el dolor, hay una forma fácil de evitarlo. Rendirse” “Toquen esta campana y no tendrán que volver a despertarse temprano, hacer largos trayectos a pie, nadar bajo el frío intenso ni atravesar pistas de obstáculos”

Para nada motivante, ¿verdad? Sin embargo, el instructor siguió… “pero déjenme decirles una cosa: si se rinden, se arrepentirán por el resto de sus vidas, porque rendirse jamás facilita nada.

La vida está llena de momentos difíciles. Si te pasas los días autocompadeciéndote de ti y triste por lo que la suerte te ha traído, te estas perdiendo la oportunidad de responsabilizarte de tu vida y convertirla en lo que tú decidas.

Este libro me encantó porque es de lectura ligera (con algunos términos militares). Cada capítulo contiene 2 historias. La primera es cómo aprendió esa lección durante su entrenamiento. La segunda como la utilizó ejerciendo su profesión y a través de sus amigos.

El libro lo adquirí en una librería dominicana llamada Tu Primer Libro, pero si me lees desde otro país puedes adquirirlo en amazon.

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