En mi opinión, este libro por un lado nos enseña el método de una mente enfocada a resultados y cómo ponerla en práctica puede cambiar nuestra perspectiva sobre las situaciones, pero también presenta una historia aterrizada, con eventos que nos pueden suceder a cualquiera, aún cuando no esperamos que nos suceda.
De alguna manera logré sentir el desconcierto del protagonista, su frustración, su angustia, pero también logré aprender junto a él, dejándome en el proceso una sensación de optimismo. La novela nos ofrece la perspectiva de que, en el momento más oscuro, cuando todas las aristas de nuestra vida estén mal, podemos emerger y que esto no siempre implica volver a nuestra vida anterior a la dificultad.
No siempre será fácil, pero es peor no hacer nada y morir sin siquiera intentarlo.