Reseña del libro «Los 4 Acuerdos, del autor Don Miguel Ruiz»
Nuestra Vida Está Hecha de Acuerdos
Todas las decisiones que tomamos, la forma en que nos comportamos, lo que decimos y lo que hacemos, dependen de nuestros acuerdos personales y de las creencias que tenemos, ya sean aprendidas por nosotros o enseñadas por la sociedad.
Cuando niños aprendimos lo bueno, lo malo, lo correcto, lo incorrecto, qué hacer, qué no hacer, en fin, cómo comportarnos ante el mundo. Y cuando no acatábamos las reglas, nos castigaban; cuando las cumplíamos, nos premiaban. Y nos dimos cuenta que todo estaba creado, nuestro sistema de creencia fue formado por nuestros padres, maestros, amigos y demás personas de nuestro ambiente.
¿Conoces tu sistema de creencias? ¿Sabes de dónde provienen? ¿Estás de acuerdo con ellas o lo repites porque fue lo que te enseñaron?¿Existe alguna creencia limitante que te impide ser feliz?
Hoy es el momento para revisar y desafiar nuestro sistema de creencias y los acuerdos que generamos en torno a ellas. De eliminar esas creencias que nos generan infelicidad, y hacer nuevos acuerdos.
Primer Acuerdo : Sé Impecable con tus Palabras
La palabra es fuerza, la palabra es poder. Las palabras pueden crear o destruir, fortalecer o debilitar. Por esto la importancia de que el primer acuerdo sea «sé impecable con tus palabras».
Ahora bien, ¿Qué significa «palabras impecables»? Impecable significa sin pecado. Hablar contra ti o contra otros es un pecado. Cuando dices palabras en contra de ti (mediante la autocrítica, la culpa, y el juzgarte), tus palabras NO están siendo impecables y estás rompiendo el primer acuerdo. Cuando dices palabras contra otros (mediante el chisme, la crítica no constructiva y el insulto), tus palabras salen desde el resentimiento, el odio, o la envidia, los cuales son pecados. Estás fallando al acuerdo.
Utiliza tus palabras para mostrar amor. Háblate en palabras amorosas, manifiesta cuánto te amas, cuán fantástico/a eres. Usa tus palabras para ayudar a otros. Nuestras palabras pueden impactar el sistema de creencias de los demás de forma positiva o negativa. Sé impecable con tus palabras.
Segundo Acuerdo : No te Tomes Nada Personalmente
Imagina que vas por la calle y alguien te grita: ¡eh, eres un estúpido! Tú puedes tomar 2 caminos. El primero es creerlo. Creer que eres un estúpido y pasarte el resto del día amargado por ello. El segundo, cuestionar. ¿Cómo lo sabe? ¿Acaso me conoce? ¿Con qué intención lo está diciendo?
Recuerda que aunque te hablen a ti, no hablan de ti. Están dejando ver qué tienen ellos en sus corazones y pensamientos. Cuando alguien te insulta, lo que hace es evidenciar su sistema de creencias. Es posible que esté hablando una emoción negativa de esa persona. Entonces no se trata de ti. Se trata de ellos.
Cuando dejamos de tomarnos las cosas personalmente, nada de lo que hagan los demás para dañarnos nos afectará. Hay personas que mienten, otras que eligen sufrir y todo lo que hagamos lo usarán para culparnos, pero eso a ti no te afectará porque hiciste un acuerdo de no tomar nada personalmente. Cuando lo hagas, no necesitarás de nadie para tomar tus decisiones, podrás elegir con responsabilidad.
Y si alguien no te respeta lo suficiente, es mejor que se aleje de tu vida. Resultará doloroso un tiempo, pero luego verás que es el mejor regalo de la vida. Es peor permanecer en sufrimiento eterno.
Tercer Acuerdo : No hagas Suposiciones
En la vida hacemos muchas suposiciones. Y creemos que todas ellas son reales y ciertas, que son un hecho. Suponemos saber lo que los demás piensan, lo tomamos personal y luego utilizamos nuestras palabras llenas de veneno hacia ellos. Básicamente, hemos roto 3 acuerdos. La raíz de la mayor parte de nuestro sufrimiento se encuentra en las suposiciones ¿Qué tanto de todo el sufrimiento que has vivido es por suposición y cuánto por hechos reales? Nuestra mente nos hace ver lo que queremos ver.
¿Por qué hacemos suposiciones? Estas son algunas razones:
1- Nos da miedo el preguntar y que la respuesta sea lo que tememos/ no queremos.
2-Necesitamos una respuesta a todo. Si no podemos tener una respuesta, la elaboramos a través de la suposición.
3- Tenemos el concepto de que si conocemos y amamos a alguien, debemos saber lo que piensa esa persona. Y NO, no es así. Aunque como seres humanos tenemos muchas cualidades, la adivinación no es una de ellas.
Dejar de suponer permite abrir comunicación con los demás, ya que podremos preguntar en vez de imaginar las respuestas. ¡Cuántos malos entendidos se habrían evitado si en vez de suponer, nos hubiéramos comunicado! Con una comunicación clara, todas tus relaciones crecerán y cambiarán de manera positiva.
Cuarto Acuerdo : Haz Siempre tu Máximo Esfuerzo
Este acuerdo es el que permite que los demás acuerdos sean un hábito en tu vida. Quisiera decir que mañana te levantarás aplicando los 4 acuerdos, pero no es así. Sí es posible que vayas encaminado/a y que tengas alguno de los acuerdos ya incorporados en tu vida. Lo importante es lo siguiente: Haz tu máximo esfuerzo.
Cuándo tu ánimo esté decaído, cuando te sientas cansado, haz tu máximo esfuerzo. Sin importar el resultado, haz tu máximo esfuerzo. Ni más ni menos. No te esfuerces en exceso, ya que el resultado sería ineficiente y quedarías agotado/a. Pero sí haz tu máximo esfuerzo.
Cuando haces tu máximo esfuerzo, no te sentirás culpable si los resultados no son tan bueno como esperas. Te conoces a ti, a tu capacidad y a tus limitantes. Te sentirás feliz de hacerlo. Al enfocarte en tu máximo esfuerzo, te desatas del pasado y te enfocas en el presente. Es la mejor manera de dar gracias a Dios por la vida.
Cuando haces tu máximo esfuerzo, te sientes bien contigo mismo aunque todavía hagas suposiciones, aunque todavía te tomes las cosas personalmente y aunque todavía no seas impecable con tus palabras. Poco a poco te convertirás en un maestro de la transformación.
Si caes, no te juzgues, levántate y establece de nuevo tu acuerdo. Al principio será difícil pero verás que en poco tiempo lo lograrás.
Rompiendo los Viejos Acuerdos
¿Por qué notamos que los niños son seres libres, expresivos, felices de jugar, amar y explorar? ¿ Y por qué los adultos no somos así? ¿ Qué nos pasó?
Pasó que nos fueron inculcando un sistema de creencias, muchas responsabilidades, muchos «tienes que», «deberías de», que para algunos fueron destructores de su personalidad.
Pero la culpa no la tienen nuestros padres, ni nuestros maestros, ni nuestros amigos. Ellos también fueron educados con un sistema de creencias no elegido por ellos.
Por poner un ejemplo: Juan teme demostrar sus sentimientos, porque sus padres no le enseñaron cuando niño. Cuando vemos la niñez de los padres de Juan, nos damos cuenta que su papá creció con la creencia de que los hombres no pueden mostrar afecto, mientras la madre creció en un hogar de padres ausentes, por tanto no sabe lo que es mostrar cariño. Y si seguimos explorando el árbol genealógico notaríamos que es una cultura que viene de generaciones ancestrales.
Libérate del resentimiento y perdona a tus padres por educarte en la única forma que sabían o podían.
La buena noticia es que podemos hacer nuevos acuerdos a partir de hoy; aprender y desaprender. Obtener la libertad de un sistema de creencias propio. El primer paso es ser consciente, rebelarnos, decir «ya basta»y perseguir nuestro sueño personal. El segundo paso es transformarnos. y finalmente, intentarlo.
Repasemos los 4 acuerdos: Sé impecable con tus palabras, no te tomes nada personalmente, no hagas suposiciones y haz tu máximo esfuerzo.
Espero sinceramente que puedas establecer nuevos acuerdos para una vida feliz a partir de hoy. Si deseas leer el libro, debajo te dejo en link de amazon.